El simbolismo encontrado en la arquitectura



El simbolismo encontrado en la arquitectura

Zara Blanco Rodriguez 
Mia S. Villanueva Cid

16 de septiembre de 2025


 

En este ensayo podrán encontrar una reflexión sobre el uso de plintos, plataformas y mesetas en la arquitectura a lo largo de la historia. Hablaremos de cómo estos elementos no son solo bases para edificios o esculturas, sino que también cumplen funciones simbólicas, sociales y culturales. A través de las lecturas encontradas en isado.net, exploraremos cómo las elevaciones arquitectónicas han servido para diferenciar espacios sagrados de espacios comunes, destacar jerarquías y guiar la percepción de quienes interactúan con ellos. 

El primer punto que nos llamó la atención fue cómo las plataformas y plintos fueron utilizados en culturas antiguas como Teotihuacán, Tikal y otras civilizaciones mesoamericanas. Observamos que estos elementos organizaban el espacio urbano, separando áreas de rituales y templos de zonas públicas o residenciales, creando así un simbolismo.
 La elevación de estas estructuras no era solo práctica o útil para así proteger el templo de agua o facilitar la construcción, sino también simbólica, ya que colocaba los edificios sagrados “por encima” de lo cotidiano. En otras palabras, el principio de elevar el edificio tenía una función tanto estructural como espiritual.  Utzon (1962) describe cómo estas plataformas, al igual que las de Monte Albán o Chichén Itzá, transforman la percepción del espacio al elevar al ser humano hacia el cielo, generando una experiencia espiritual y visual de grandeza. Así, la arquitectura misma comunicaba jerarquía, poder y relación con lo divino.
 

Además, en la arquitectura clásica griega y romana, los plintos y plataformas tenían un papel similar pero más formalizado. Nosotras notamos que servían para enmarcar templos y estatuas, guiando la mirada y el recorrido de los visitantes. Estos elementos estructurales ayudaban a enfatizar la importancia de lo que se erigía sobre ellos y a organizar el espacio de manera armoniosa y simbólica. En todos los casos, se aprecia cómo la altura y la base de un edificio o monumento reflejan la intención del arquitecto y el contexto cultural, creando un diálogo entre lo físico y lo simbólico. 

En conclusión, este ensayo muestra que los plintos, plataformas y mesetas no son simples soportes arquitectónicos, sino herramientas que expresan poder, orden y significado. Los templos antiguos muestran cómo la estructura arquitectónica puede convertirse en un lenguaje simbólico. Por lo tanto, la proporción, la simetría y la relación con el entorno consolidaban la unión entre técnica y espiritualidad. Creemos que entender estos elementos nos permite apreciar cómo la arquitectura comunica ideas y valores de cada sociedad. Estudiar estas estructuras nos ayuda a ver más allá de la forma, reconociendo la relación entre el espacio construido, la jerarquía social y la experiencia simbólica que generan. 

Comentarios

Entradas populares